Laura Rasines ha franqueado con éxito la fina y delicada alambre que separa la enfermedad de la salud. Supo mantener el equilibrio con  talento, voluntad y amor a sí misma. Ese transito le aportó un gran conocimiento sobre las capacidades que tienen todas las personas  para poder transmutar la biología del cerebro y recuperar la salud, gracias al método, descubierto por Annie Hopper, del entrenamiento neurológico autodirigido (DNRS).
 
Laura se ha convertido en una guía y maestra de este método, al que ha ido sumando otros estudios, con base científica y espiritual, al fin de poder ayudar a superar los miedos y traumas del pasado, a todas las personas que deciden realizar sesiones terapéuticas con ella.
 
Mi experiencia en estas sesiones con Laura ha sido del todo enriquecedora. He iniciado este trabajo con ella recientemente (mi problema es Síndrome de Fatiga Crónica) y tengo la convicción de que estoy en el camino correcto.
 
Y este convencimiento de que puedo superar una enfermedad crónica de muchos años, me lo ha aportado ella. He realizado terapias de todo tipo y acudido a muchos especialistas que pudiesen ayudarme, es decir, siempre busqué esa ayuda fuera de mí. Lo que Laura me ha enseñado es que esa ayuda la tengo que buscar dentro de mi. Ahora tengo plena seguridad en mi mismo, en que puedo conseguirlo yo solo, eso sí,  con las herramientas y el conocimiento que me ha trasmitido Laura.
 
Estoy al comienzo del camino, no es  fácil pues todo requiere dedicación y esfuerzo.
 
Desde la primera sesión con Laura, lo primero que te sorprende es encontrarte con una persona que te da seguridad, transmite calma por su candor , alegría por su sonrisa y una conexión espiritual que emana de un corazón inmenso.
 
Sintiéndote relajado, como en casa, ella te va orientando sobre complejos conceptos de neuroplasticidad, como la relación mente-emoción-materia, enseñando las rutinas y prácticas a realizar, y todo ello con la  sencillez y la sabiduría que le otorga su talento y su mente creadora.
 
Así, sesión tras sesión, vas tomando conciencia de tus propias capacidades para poder revertir esos estadios mentales que parecen ya petrificados en tu cerebro, como consecuencia de experiencias negativas del pasado, origen y causa de la enfermedad.
 
Ahora, convencido de la maravilla de la neuroplasticidad, de un método que se puede considerar revolucionario, voy poniendo en práctica lo que Laura me ha enseñado. Ella no te abandona jamás, siempre está  a tu lado para resolver dudas o estancamientos, te sigue alentando, aconsejándote lecturas, meditaciones, etc. Forma parte de su generosidad, su entrega y amor por ayudar a sanar a todos aquellos que padecemos una enfermedad.
 
Gracias, Laura.

Fernando, Madrid.